13 de octubre de 2016

Generator - Amsterdam


Finalizo con esta entrada mis relatos birrunos en tierras neerlandesas. En último lugar -pero no por ello menos importante- le vamos a dedicar unas líneas al Generator, un hostel con una oferta lúdica, cultural, hotelera y gastrobirruna muy a tener en cuenta en vuestros futuros viajes a Ámsterdam.

A decir verdad lo conocimos por pura casualidad, ya que no lo tenía marcado en el mapa birruno que me preparé en casa previamente a nuestro viaje. Estábamos pasando nuestro último día de vacaciones en la ciudad en Oosterpark, con los niños disfrutando como enanos en un circuito de madera espectacular que acaba en un tobogán gigante. De repente se puso a llover y buscamos cobijo en el Generator para alegría y disfrute de la familia, sobre todo de papá. Que encontró un filón birruno allá dentro de la manera más inesperada. ¡Estas cosas molan!.

En la puerta unos jóvenes fumetas haciendo uso de su derecho a consumir cannabis en tierras neerlandesas -como suele ser usual en toda la ciudad, que huele a pino cosa fina- tomado el fresco en el exterior del edificio, que por el aspecto, tiene pinta de haber sido la sede de alguna facultad universitaria o algo por el estilo, y ahora veréis porqué. El inmueble se ha reconvertido en algo mucho más versátil, que aúna un bar, un restaurante, un hostel y un espacio sociocultural bastante chulo. Si he decidido dedicarle unas líneas en este blog es sin duda por su oferta cervecera -tanto en el bar como en el restaurante- de birra industrial, pero también una cuidada selección craft del panorama local, cosa que agradecí enormemente.


Como era la hora de comer de los críos (y la nuestra para el aperitivo) decidimos quedarnos a comer allí. El ambiente era muy chulo, con muchos jóvenes que se hospedaban en el hostel, pero también algunas familias como nosotros, que habían ido allí a tomar algo. Se respiraba un ambiente muy sano y se palpaba un ambiente lleno de gente con muchas inquietudes culturales. Se podían ver colgados numerosos carteles informando de todas las charlas, debates, proyecciones de documentales, actividades gastronómicas, concursos y resto de actividades que se realizaban allí. Si no recuerdo mal aquellos días se estaba organizando un concurso de pizzas y algunas movidas más.

Lo que más nos llamó la atención fue su sala de actos, que ocupaba el espacio de lo que antaño debía ser una aula universitaria. Se trataba de una aula escalonada que conservaba sus antiguos pupitres de madera y unas antiguas lámparas rollo vintage monísimas que le daban al espacio un rollo muy auténtico. Mis hijos estuvieron haciendo el cabra entre las sillas plegables a lo Indiana Jones un buen rato, pero en lo que se estuvo fijando papá con detenimiento era en la pizarra, que nos iluminaba la vista con un magnífico cartel que rezaba "Amsterdam Beers". Aquello no es que fuera el BierCab, pero lo que había estaba bastante bien y creo que vale la pena compatirlo con todos vosotros por si algún día os interesa hospedaros allí. De cervezas locales (en botella) tenían  cuatro estilos diferentes de Oedipus, otros cuatro de Two Chefs y otros cuatro más de 'T IJ. En total 12 cervezas artesanas amsterdamesas, lo que ya nos da una idea de la cultura cervecera del país y la apuesta por el producto de proximidad de primera calidad. También había cinco grifos, cuatro de ellos fijos de Jupiter, Hertog Jan, Leffe Blonde y Hoegaarden, y un quinto rotatorio de cerveza artesanal local. Yo creo que para un lugar de estas características la oferta birruna está muy bien. Además preparaban todo tipo de cócteles por si a alguien no le va el tema beers. En la misma sala también había una pantalla enrollable y un proyector para el visionado de películas, documentales, eventos deportivos, etc, etc...

Una vez acabamos de curiosear y hacer la correspondientes fotos en tan peculiar sala de actos nos fuimos al café restaurante de la sala contigua, el Nescio. La carta contaba con las mismas referencias cerveceras en barril pero con siete botellas más de conocida cerveza industrial. Además ofrecían una pequeña carta de vinos, cócteles, güiscazos y todo tipo de bebidas espirituosas. Una gran variedad de cafés e infusiones y numerosísimos zumos naturales y refrescos variados.

El tema jamercio es bastante amplio. Ya que en Nescio ofrecen comidas para cualquier hora del día: desayunos, aperitivos, comidas, meriendas y cenas. Todo bastante completito. Para desayunar destacaba su gran variedad de tostadas (tanto dulces como saladas), los huevos benedictinos, bagels, pasteles, yogures y revueltos. Amplia carta de bocatas para cualquier hora del día. Para picar patatitas, calamarcitos, nachos con guacamole, platos de quesos variados, etcétera. Una cuidada carta de ensaladas y los platos principales: hamburguesas, pescado al curry, pasta, lentejas, pollo con arroz y leche de coco, cordero asado y cinco variedades de pizza diferentes. Bastante completito.


Nosotros nos decantamos por los nachos con guacamole para ir abriendo boca. Un plato bastante generoso acompañado de queso fundido, jalapeños y salsa picante. Muy ricos. Para los críos les pedimos las lentejas, que venían acompañadas con canónigos y avellanas tostadas, una receta bastante diferente al potaje de lentejas con chorizo de mi abuela pero también estaban ricas. Para compratir mi mujer y yo nos pedimos la pizza de cordero desmigado, rúcula y queso feta que estaba colosal. recién sacadita del horno, con su masa finita y crujiente y la rúcula fresca. Muy rica.

La verdad es que para ser una visita improvisada nos salió bastante bien la cosa. Para acabar de rematarlo hubiese molado acercarse al molino de la Brouwerij 'T IJ a pasar la tarde, que está muy cerca, pero eso hubiese sido ya tensar demasiado la cuerda (que dio mucho de sí durante toda la semana) así que decidimos acabar de pasar la tarde en el mismo Oosterpark. Salió el sol y mis hijos pudieron bañarse en la fuente que hay allí hasta el ocaso. Disfrutamos mucho los cuatro aquel día. Os he marcado la ubicación del Generator en nuestro Mapa Birruno.

Balance de daños:
Tomamos diversidad de bebidas, mi mujer pidió vino, así que del apartado birruno solo pudimos degustar una Gaia, la India Pale Ale de la cervecera local Oedipus, que ya reseñé en su día (podéis volver a leer la reseña clickando aquí).













Generator                                       Mauritskade 57, Amsterdam (Países Bajos)                       +31       20      708      56     00                              www.generatorhostels.com

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